jueves, 13 de enero de 2011

Batman: La Broma Asesina.

Una de mis nuevas adquisiciones, cortesía de S.S.M.M. los Reyes Magos de Oriente, con guión de Alan Moore y dibujo de Brian Bolland.

Este cómic tuve ocasión de leerlo en mi más tierna adolescencia, y desde entonces quedó grabado en mi retina por los siglos de los siglos. Gastaba yo en aquellos tiempos menos suela en los zapatos y asomaba ya en mi tierno rostro una velada y tímida sombra de bigote. Un bigote que a la postre se terminaría convirtiendo en una perilla que ríete tú de la de Aramis.

Era algo más bajito y delgado que ahora, una versión sin digievolucionar de mí mismo. Y aunque aún estaba a medio cocinar, por aquel entonces ya me llegaban los pies al suelo.

Corría el año 89 0 90. Figúrate lo que ha llovido desde entonces. El Euro ni siquiera era un germen latente, a la espera de una buena sinapsis neuronal para ser concebido por algún europensante aventajado. ¿Y los móviles? Bueno, no eran más que los motivos por los que se cometían los crímenes y no esos aparatejos molestos e imprescindibles que son hoy en día.
Bueno, que eran otros tiempos, vaya.

El cómic en cuestión me lo prestó mi amigo "Franky"; un muy-mejor-amigo, de esos del cole, que pasado el tiempo no vuelves a ver en la vida. Salíamos de clase de gimnasia y de camino a casa me lo dejó. Una edición Prestigio de lujo, todo lustroso y cubierto, como mandaban los cánones, con su correspondiente bolsita protectora transparente.

La Broma Asesina está considerado como uno de los mejores cómics de Batman de toda la historia. En él se profundiza un poco en la relación existente entre Batman y el Joker y el vínculo que los mantendrá unidos de por vida; "hasta que uno consiga acabar con el otro". Aunque es un cómic excelente y como he dicho está catalogado como uno de los mejores cómics de Batman hasta la fecha, no deja de tener ciertos detractores. El motivo fundamental de las críticas es que el cómic se adentraba en el pasado del Joker.

Distribuyendo unos hábiles flashbacks a lo largo de toda la historia, el Sr. Moore nos muestra retazos del pasado del Joker, donde nos será mostrado como un simple ser humano, con sus cotidianos y mundanos problemas como los de cualquier hijo de vecino. Para muchos entusiastas del Joker esto le restaba cierto halo de misterio y atractivo, pero por otro lado, y a mi juicio es un acierto, el personaje gana en realismo.

El cómic comienza cuando Batman acude a Arkham Asylum (un manicomio) en una oscura y lluviosa noche. Allí le espera el comisario Gordon, que tendrá bastante protagonismo en el cómic. Ambos entran en el manicomio y Batman se encara con el Joker, prisionero en una de las celdas, con la intención de tratar de arreglar su enemistad por las buenas. De buscar alguna solución racional al conflicto.
-Vamos a terminar matándonos, ¿verdad?. Llega a preguntar, como resignándose a lo evidente.
Entonces Batman se da cuenta de que el Joker ha vuelto a burlar la vigilancia y ha escapado del manicomio. Desde ese momento, Batman tratará de encontrar al Joker por todos los medios. El Joker a su vez, busca venganza. Para ello irrumpirá en el domicilio del comisario Gordon y le pegará un tiro a su hija. A su vez, raptará al comisario y lo llevará hasta un solar abandonado donde antiguamente había un circo, del que solo quedan los despojos.

El Joker prepara así el mejor escenario posible para llevar a cabo su venganza. Su propósito es sencillo. Pretende acabar con Batman, sí, pero por encima de todo quiere hacer que un hombre como el comisario Gordon pierda la cordura. Para ello le someterá a duras torturas psicológicas que implican la visión de su hija moribunda, desnuda y ensangrentada. Batman acude al lugar del crimen e incluso pierde los papeles en el combate, pero el comisario mantiene la cabeza en su sitio y le recuerda a Batman que hay que atrapar al Joker como dicta la Ley. Por encima de todo, hay que mostrar al Joker que hay otros caminos alejados de la locura y la anarquía.

El resultado se puede saber aún sin ser muy fan del hombre murciélago. Que siempre habrá una confrontación entre Batman y El Joker. Dos mundos totalmente opuestos que tienen cabida en la misma ciudad: Gotham City.

El final fue otro de los aciertos de este cómic y una de las cosas que más llamó la atención en su momento. No lo voy a mencionar aquí por si no lo habéis leído y queréis hacerlo, cosa que os recomiendo.

La edición absolute que hay ahora mismo en el mercado es la 8ª o 9ª. Es una edición muy cuidada, con tapas duras de cartón, y tiene un tamaño bastante grande. Además, ha sido recoloreada por el propio dibujante y según sus propias palabras, ahora está tintado como debería haberlo estado en su día. Destacan los flashbacks, en un tono blanco y negro, en lo que siempre destaca algún elemento en color rojo (como la niña de La Lista de Schindler).

Bueno, resumiendo. Aún para todos aquellos que no seáis muy fan de Batman y sus cómics, aquí teneis un buen cómic que se puede leer aún sin estar muy familiarizado con sus historias. También es un buen punto de partida para ir adentrándose en el universo del hombre murciélago and company.

Bueno, aquí os dejo esta buena recomendación y me voy por donde he venido.

Saludos.

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